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HISTORIA DEL GRUPO
Caramantea teatro nace ante la necesidad de mostrar de una manera práctica, la realidad de nuestro país, dándole un uso apropiado al teatro, como medio de comunicación e información. Es una idea diferente y un tanto alejada del teatro tradicional buscando el manejo de pocos elementos escenográficos y un contenido visual y de textos enriquecedores. Cuenta con un grupo de actores profesionales formados en la ciudad de Medellín y Bogotá, los cuales han participado en múltiples montajes teatrales montados en dichas ciudades. Uno de sus mayores objetivos es la sensibilidad social y el dolor de patria, por ello sus montajes pertenecen a su escritor y director.
En su trayectoria como grupo en las tablas a presentado sus obras en varios teatros y colegios de la ciudad de Medellín y Bogotá. Ha logrado participar en festivales nacionales como el FESTIVAL ENTEPOLA realizado en la ciudad de Bogotá, y en el FESTIVAL DE LAS ARTES ESCENICAS de la ciudad de Medellín, también ha tenido la oportunidad de participar en festivales internacionales, como EL FESTIVAL CERVANTINO de Guanajuato-México, y el FESTIVAL ENCUENTRO CON LA MUERTE en la ciudad de México, obteniendo un gran resultado con el publico en todas sus obras presentadas.
MISIÓN
Evidenciar de manera clara y comprensible la atrocidad que consigo trae la guerra en colombia, mostrar como los elementos que en su momento han sido símbolos de ideologías, hoy son utilizadas por algunos para la consecución de sus propios, macabros y ambiciosos proyectos armamentistas, ver desde una analogía la discriminación, a la cual se tienen que enfrentar las personas que viven de frente el conflicto, cuando este las lleva a ser desplazados y mutilados, por la infamia de la guerra y los enfrenta a la indolencia y la frialdad hostil de una ciudad.
A través de imágenes y textos teatrales, despertar la sensibilidad humana del espectador, para lograr que esta sea un valor humano, poder llegar de manera practica a la tolerancia, y si “aquellos o los otros” nos lo permiten, hacer que la sensibilidad social y la tolerancia sean un derecho y un deber fundamental. Que el dialogo sea un paradigma de sucesos de reconciliación, y la búsqueda de hallazgos de verdadera filantropía.
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